jueves, 19 de septiembre de 2013

el lenguaje de las manos

Parece ser de la parentela de los pulpos:
se enreda, atrapa, nada
con sus tentáculos impares, uñificados.

Y tu mano es tan así, que a veces crece cuando se me acerca
y me deja de doler.
Y mi mano te busca, te encuentra, te recuerda y se esconde
si mirás como mirás

cuando dejamos de ser los dos y nos confundimos en tercera
cuando el plural le escupe los ojos al singular
cuando una patita dedal se engancha
se agrieta, se agita, se queda en el cuaderno



y deja formas de garabato
o de un gato,
porque sí, porque miedo
porque ¡ay! el tiempo,
porque a veces pasa así, y quiero
te.

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